[Home] Una granja cerca de Biarritz
Muy cerca de Biarritz, la casa de la interiorista Isabel López-Quesada resulta un refugio ideal para perderse en vacaciones. Se trata de una granja de faisanes reconvertida en vivienda situada en un precioso campo muy verde con robledales y colinas alrededor. Toda la fachada nos recibe en blanco con maravillosas contraventanas pintadas en gris. En la rehabilitación de la casa, buscaba la belleza de lo natural con yesos encalados, puertas, suelos y vigas de madera vieja sin barnizar, con las paredes rotas… En todo el interior la luz es la protagonista junto con el gran tamaño de las estancias, los materiales más sencillos y humildes, la frescura, y una sofisticación relajada que nada tiene que ver con el valor de los muebles y los objetos que encontramos.
Me encanta el solado del salón hecho a partir de baldas de una vieja fábrica y las piezas vintage recuperadas como la librería de un ultramarinos inglés. Al mobiliario lo compró en rastros y mercados de segunda mano galeses, en anticuarios de Madrid, y también colocó algunos muebles heredados.Todas las maderas recuperadas y los hidráulicos rescatados se reutilizan como pavimento en dormitorios y cuartos de baño. El resto de zonas se cubrieron de cemento pulido y baldosas de barro antiguas pintadas de blanco. Para ganar el calidez se colocaron esteras de esparto a modo de alfombras. Las plantas, gigantes como árboles, son esenciales para definir el alma de las estancias de estar.
Se realizaron aperturas de grandes ventanas buscando ganar en luminosidad y por las vistas. Para poner la casa a tono, se decidió por telas en la gama de los blancos, con pinceladas de azul y algún toque de rojo, y para incidir en la naturalidad escogió acabados rústicos: linos gordos, arpilleras y algodones. Tejidos provenzales, vascofranceses y de Bali.
Cómo lograr una casa con encanto, o “charme” | Revista de Decoración e Interiorismo
24/11/2016[…] AD […]