La casa de la estilista, diseñadora de interiores y minorista Amanda Henderson-Marks y su familia es la perfecta imperfección. Inacabado y siempre cambiante, este espacio de vivienda en completamente sereno, con maravillosos muebles de segunda mano y hallazgos de época que le confieren un estilo vintage inconfundible. Amanda y su marido se dieron cuenta de esta casa ‘eduardiana’ de doble fachada laberíntica era su vivienda ideal. La pareja ya había vivido en una casa de estilo victoriano y estaban dispuestos a hacer frente a este nuevo proyecto. Con sus capacidades creativas combinadas, empezaron a renovar eliminando puertas antiguas, paredes, diseñando una nueva cocina, … Con una paleta de base completamente en neutros, cada una de las piezas destacan sobre ella. La cocina es uno de los espacios más bonitos con estantes flotantes en lugar de armarios para mostrar su siempre cambiante colección de cerámica, tablas de cortar y utensilios de cocina. Destaca la mesa a modo de isla, todo un hallazgo junto con las lámparas colgantes vintage.

El dormitorio se pinta en un color azul profundo muy dramático, combinado con gris, diferenciandolo y distinguiéndolo de la zona de sala de estar y comedor, mucho más luminoso al otro lado del pasillo. Consideradao cuidadosamente, toda la estética en la decoración por parte de Amanda es más intuitiva que estratégica. Consiguen con toda la decoración un espacio muy relajado y fácil para vivir, con un ambiente interior rico en matices, lleno de muebles de segunda mano, colecciones de cerámica de época, pilas de libros y revistas, obras de arte, grabados, cojines y mantas con textura.

Toda la vivienda es impresionante. Los acabados y materiales naturales y las piezas recuperadas conviven en una armonía perfecta dando lugar a una vivienda acogedora y con aire vintage ideal.

 Fotografías [ ] designfiles