Este apartamento parte de un interior muy anticuado y revestido de maderas oscuras. La reforma y lavado de cara que se le da, transforma todo el interior creando una vivienda luminosa y alegre. La idea principal no era sólo darle un lavado de cara, se buscaba ganarle en confort y calidez, sin perder la funcionalidad y practicidad de los espacios. De ahí que la decoración apueste por un mobiliario básico, de líneas puras, como las mesas de madera con patas de hierro. Y el sofá en color claro que preside el luminoso salón, grande y cómodo, dispuesto en esquina para aprovechar mejor el espacio junto con las butacas ligeras de mimbre, aumentan la sensación de espacio y luminosidad. Teniendo el cuenta que el presupuesto era ajustado y la vivienda era para uso de una familia los fines de semana, el resultado es espectacular. Las puertas con cuarterones en blanco visten el espacio y lo llenan de luz.

En el comedor se combinan las sillas con un banco, que proporciona más asientos en menos espacio, una solución perfecta cuando hay niños. La cocina se ha diseñado en forma de -U- abierta al salón y al comedor, siendo pequeñita pero suficiente. El baño no es muy grande tampoco pero resulta muy práctico y coqueto en sus pocos metros. Se retiró el alicatado, que daba al baño un aspecto más antiguo, y crearon un muro que separa lavabo, inodoro y ducha. En el dormitorio principal, sustituyeron las puertas de madera del armario por un lino y para el de los niños diseñaron unas literas de madera de pino a medida y cubrieron la pared con un divertido papel pintado.

Toda la vivienda muestra un cambio de imagen muy efectivo conseguido con ideas fáciles y un presupuesto ajustado. ¿qué os parece?