[Interior] Un loft para vivir y pintar
Situado en San Francisco, este loft es un espacio perfecto para una artista que se dedica a pintar. Aprovechando la luz que entra por los grandes ventanales, el espacio resulta perfecto para desarrollar su actividad creativa. Con generosas pinceladas de calma en sus tonalidades, los azules, grises, verdes de la obra de su artista Heather Day, son casi una experiencia meditativa. Cada pieza de arte nos ofrece una sensación de serenidad y paz. Los cuadros representan momentos de la vida, la naturaleza y las emociones y, a la vez forman parte de la propia decoración interior del espacio. Una vez que entras por la puerta te da la bienvenida una pared con su magnífico trabajo. Un gran interior completamente abierto y sin cerramientos que resulta un gran lugar para trabajar.
La planta baja funciona como espacio de estudio y sala de estar lista para llegar al trabajo,. El solado de hormigón in situ, crea una continuidad y las alfombras de mercado de pulgas, aportan calidez y sensación de confort a un espacio industrial como este. La decoración es una mezcla perfecta entre estilo y funcionalidad. Es una integración completa entre las líneas industriales de la propia edificación, y el estilo moderno de su interior. La planta de abajo, el estar social, es una sola pieza comunicada en ‘open concept’, donde la cocina, el comedor y el salón-estar-estudio, coexisten en una paleta de base en blanco con acentos de color en las obras de arte, plantas y mobiliario. Las paredes blancas brillantes funcionan como un paramento a modo de galería expositora para mostrar sus últimos trabajos. En la segunda planta se ubica la zona más privada, el dormitorio, que permite la vista de todo el espacio desde arriba. Un banco de trabajo archivador se utiliza a modo de asiento chill out. Un planero que permite guardar sus cuadros a la vez que sirve de asiento de relax.