[Interior] Reforma en aire vintage bohemio
La reforma e interiorismo de hoy es el fiel reflejo de cómo un edificio puede recuperar su aspecto de tiempos pasados, en un aire completamente distinto pero conservando el sabor y la personalidad. Se trata de una reforma integral en una finca regia del eixample barcelonés, en la cual se unieron dos pisos para convertirlos en una vivienda de 300m² en pleno corazón de la ciudad. Un piso que cuenta con una estructura original de paredes de ladrillo, techo de bovedillas, carpinterías maravillosas y piezas únicas que, de la mano de la interiorista Marta Castellano-Mas y el estudio de arquitectura Serrat-Tort, se convierten en los protagonistas absolutos de esta estupenda reforma y diseño interior. Se parte de la eliminación de ls tabiquería innecesaria, creandose un espacio amplio y en concepto abierto, lleno de luz. La idea es conservar elementos originales de la estructura como la chimenea, el suelo de roble en espiga de todo el salón, molduras y carpinterías, el ladrillo visto de las paredes y los techos de bovedillas de barro catalán. Para ganar en luz, la paleta de base es la neutra basada en los colores blancos, beiges y tostados, con acentos de color como el negro de las cortinas, el verde de las plantas y el gris de los sofás. Toda la decoración respira un aire bohemio con toques vintage nórdicos que reflejan un estilo desenfadado y luminoso.
Como su diseñadora afirma, no responde a un estilo único: «Valoro la simplicidad de lo nórdico, la fuerza del look industrial, la nostalgia vintage y la naturalidad de lo eco».
El salón se conecta con la terraza y galería mediante grandes ventanales en curva con un zócalo alto que enmarca toda la zona de sofás, reforzando el carácter del ladrillo que se ha pintado en blanco, al igual que las bovedillas del techo, ganando así en amplitud visual y ligereza. La retroiluminación en el zócalo resalta la textura del ladrillo. Me encanta el uso natural de la madera en este interior, como la mesa de comedor realizada por la interiorista a partir de tablones de madera recuperada, o los taburetes. La chimenea antigua marca con su singularidad el gran espacio abierto en el que se encuentran salón, comedor y cocina. Se completa el espacio con diseños únicos, como la alfombra, confeccionada a medida a partir de kilims antiguos, o las lámparas, unas estructuras de bambú customizadas por la decoradora con un tejido de algodón. ¡preciosas!. En la cocina en blanco, vemos su contrapunto cromático en las cortinas, en los focos de Jieldé y en los taburetes Tolix.
No sé si quedarme con el balancín de la zona del hall, o la bañera exenta del dormitorio, o… ¿No os parece un interior al que se le ha sacado la belleza natural de su espacio original? ¡¡de 10!!
¡Feliz día a todos!
Fotografías [ ] Marta Castellano