[Interior] Antigua fundición convertida en casa de huéspedes

¿Ganas de que llegue ya el tiempo de manta, cafés calientes y  se pase esta temporada de calor? Pues con esta vivienda vas a querer volver a las decoraciones más invernales y los espacios llenos de personalidad. Esta antigua fundición para mí ha sido amor a primera vista. Una edificación de 1861 y reconstruída en 1903, que ha contribuído a la historia de la minería del hierro en Suecia, y que se ha reconvertido en una casa de huéspedes llena de encanto. Un lugar único y especial, que vamos a visitar con tranquilidad para disfrutarlo. Con 160 m² y distribuído en cinco habitaciones, todo el interior recuerda a una casa de campo con acentos de varios estilos, ¡eclecticismo al poder!. La zona de molino junto al río, y las ruinas que rodean la fundición con su entorno inmediato diseñado para ‘viajes de relax’, son otro de los fuertes de este precioso retiro de vacaciones. Con unos maravillosos suelos de madera tratados con aceite, la calidez se refuerza con todos y cada uno de los detalles decorativos y arquitectónicos, como el ladrillo, la piedra de los muros, los cerramientos de carpintería… La altura total del techo es de nada más y nada menos que ¡16 mts!, lo que da para muchos ambientes, mucha luz y tres niveles.

Con triple altura y espacios en concepto abierto, el resultado aparenta un loft de estilo rústico con detalles industriales como los elementos de acero inoxidable, la chimenea de fundición, las pasarelas y escaleras, etc. La cocina es de uno de los espacios que más me gustan, con una maravillosa mesa de preparación en hormigón, la pared de piedra y los estantes de acero. Para acceder a la casa se realiza mediante unas grandes puertas industriales con un porche exterior, destacando también los grandes ventanales que introduce un flujo luminoso perfecto. El suelo de la planta baja es de piedra caliza y madera, dividido en zonas para crear la sensación de espacio. En una esquina hay un tacón de mampostería con la estufa tipica. Las escaleras de la casa son hermosas obras de arte con barandillas de hierro forjado. El dormitorio principal se ubica en el piso principal (bajo la cubierta) que recupera vestigios del antiguo horno de fundición que alguna vez ocupó la mayor parte del interior, pero que fue demolido según el edificio fue cambiando. En el segundo piso hay un balcón con la mejor vista volada del interior. Destaca una estantería rústica y espacio para sentarse en una zona creada como sala de televisión, combinada con una zona de trabajo. Un baño con doble lavabo y bañera con ventana y vistas al jardín en el mismo nivel, ofrecen el espacio de relax perfecto. Desde el tercer piso hay una puerta frontal con un puente que conduce al impresionante jardín.

Si quieres descubrir más imágenes de esta impresionante restauración, entra en Husman Hagberg. ¿No os parece una casa impresionate?

Fotografïas[ ] Husman Hagberg