Existen a día de hoy un montón de estilos distintos de colocar este material en la pared, horizontal o verticalmente, en espiga, de forma rectangular, con piezas de origen natural o sintético, con originales formas o con relieves; también se encuentran disponibles en toda clase de colores (no solo de madera natural sino también pintada o teñida), y eso permite una gran versatilidad de los ambientes. Cuando tienes paredes de madera puedes optar por diferentes opciones como aplicar barniz para mantener el color y realzarlo o buscar otras ideas aplicando pintura de color. A veces no tienes por qué decorar de arriba abajo toda una estancia para que tenga ese toque cálido, con un friso a media altura de madera, siendo una alternativa menos original, consigues un resultado perfecto por ejemplo, para habitaciones infantiles, como elemento de protección a la vez que decorativo ante las pintadas de los más peques, pues resulta más fácil de limpiar que la pintura.

Juega con los colores y píntalo de algún tono en consonancia con el resto de la decoración. O apuesta por el blanco, que nunca falla. También es una buena idea para decorar cuartos de baño o cocinas con un estilo rústico muy especial. Las maderas en tonos grises, son perfectas para crear dormitorios modernos con cierto carácter rústico e industrial.

Así que si tienes opción apuesta por la belleza de la madera y sus infinitas posibilidades decorativas como material cálido, noble y natural.