Hoy quiero mostraros esta renovación o decolook tan estiloso para un mini apartamento situado en París. Con una distribución bien pensada y aprovechados los espacios al máximo, el resultado es un pequeño gran espacio para una joven pareja. Con una paleta sencilla en blanco, negro y madera, estos 40 m² conserva las características originales del edificio como las vigas de madera que se dejarán vistas en la renovación de todo el interior. Sus propietarios son una pareja de diseñadores que lo utilizan como vivienda y lugar de trabajo, y su idea principal era ampliar al máximo el espacio, aunque fuese visualmente, y ocultar de forma inteligente todo el almacenamiento como los armarios, la cocina, el mobiliario del baño. El resultado es un espacio completamente abierto y comunicado, a modo de sala cálida con una cocina en madera armónica con isla central.

La zona de salón al estar abierta permite tener perspectivas transversales de una ventana a otra, pero para ganar intimidad cuentan con grandes cortinas. Para aumentar aún más la sensación de espacio, las paredes se dejaron en blanco brillante para reflejar la luz natural. Situado en pleno corazón del barrio de Marais, en un edificio del siglo XVIII, esta reforma la realizó Margaux Beja. El dormitorio se separa del resto del espacio con una sencillas puertas de vidrio y perfilería metálica en negro de estilo industrial, que permiten aislar el dormitorio, pero sin quitar luz natural a la zona de la cocina. Las preciosas vigas vistas recuperadas en su color destacan en el blanco impoluto de las paredes, y toda la fuerza decorativa la tiene el contraste blanco, negro y madera.

¿No os parece un espacio sereno e inteligentemente bien aprovechado?