Para comenzar el año una reforma de esas que quitan el hipo en un dúplex de 95 m² en un edificio antiguo que data de 1905. Una restauración completa donde se han mantenido las características singulares y originales del espacio como las chimeneas y los zócalos, en una base de color blanco, donde las alfombras, las texturas en madera y el mobiliario, aportan la calidez y los acentos de color. Se ha creado un espacio único, en cierto aire bohemio y vintage. La cocina resulta regia y tremendamente envolvente y cálida, donde todo queda a la vista. ¡Me encanta!

Cada una de las piezas y elementos decorativos han sido elegidos para crear el ambiente cálido y acogedor que buscaban, donde el solado en listones de madera clara combina con una paleta en blanco en las paredes de toda la vivienda. En la planta baja se ubica la zona de estar social principal, con el salón comedor abierto a la cocina en un amplio espacio y presidido por las chimeneas en blanco. Todas las estancias cuentan con alfombras o kilims que aportan el color vibrante y encuadra cada uso de la vivienda. En la zona alta en el piso dúplex, se ubica el dormitorio y un gran baño.