[Interior] Escapada a un casa de campo del S.XVII
Describirla como maravillosa es poco. Esta casa situada en Asturias en un lugar privilegiado rodeado por el pasto verde de las tierras del norte y cerca de las costas del Cantábrico, es el resultado de la rehabilitación de una ruina del siglo XVII convertida en una hermosa casa de campo para perderse. Este puente en el que muchos os escaparéis o saldréis a sitios con encanto, quería dejaros con este interior que invita a relax y a perderse huyendo del mundanal ruido de la ciudad. La casa se levanta a partir de los tres únicos muros que quedaban en pie. Su transformación se basa en el respeto a la arquitectura propia del lugar de las casa de campo de la zona, y del ambiente donde se ubica, utilizando materiales como la piedra y madera, principales protagonistas. Los altos techos con vigas pintadas en blanco y sus amplios ventanales para captar la luz y dar la máxima amplitud a los espacios, creean un efecto integrador con el paisaje que circunda la vivienda, introduciendo el exterior en el interior. Un estilo clásico y rústico que cuenta con las comodidades de la vida moderna. A la vivienda se accede por una genial entrada con esa amplia cristalera que deja pasar los rayos de sol y las vistas espectaculares. Un pequeño banco de madera y un perchero recuperado de estilo Thonet componen la decoración.
La cocina es uno de mis espacios favoritos, como no podía ser de otra manera, con el comedor integrado en la misma. Y el salón lleno de luminosidad, cálido y acogedor, gira en torno a la chimenea. En todo el interior se combinan piezas nuevas con otras antiguas como la librería y detalles como los cojines de lino antiguo, creando el ambiente rústico perfecto. Usar bancos corridos alrededor de la mesa para no restar espacio y no dar la sendación de agobio con las sillas es un recurso genial. En el piso de arriba se sitúa el dormitorio y el baño. En este piso se aprovecha el techo abuhardillado a dos aguas donde se ubica una zona de estar y juegos mucho más desenfadada que el salón y que disfruta de las vistas del exterior. El dormitorio cuenta con una decoración natural y elegante, donde prima el blanco solo roto por el plaid a los pies de la cama y los cojines que aportan la nota de color.
Yo no perdería ni un instante en tomarme un baño en esa estupenda bañera de espuma con vistas ¿Y vosotros?
¡Feliz fin de semana y puente a los afortunados!
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