Desde que descubrí esta vivienda en la revista Mi Casa la tenía reservada en pendientes por ser una espacio lleno de personalidad, estilo y cuya decoración es un estupendo ejercicio de reciclaje y micscelánea perfecta donde encuentras muebles recuperados y vintage con las piezas más actuales en convivencia perfecta. Combinaciones arriesgadas pero muy resultones que mezclan facetas con el resultado de un interior muy asequible pero con carácter propio. Situado en Madrid, la reforma del piso viene de la mano de la la interiorista María López Montero (propietaria de la vivienda), que basó los cambios en el estudio previo de los recursos, los materiales y muebles disponibles otorgándoles un nuevo rol tras las obras. Espacios abiertos casi en su totalidad con un look que recuerda al estilo industrial con sus muros de ladrillo visto y pintados en blanco, los pilares de hormigón, el uso del blanco y negro y pinceladas de retro vintage en mobiliario y piezas decorativas. Se eliminan pasillos, la cocina se abre y comunica con el estar salón y toda la vivienda fluye a través de acabados y colores.

El contraste del pavimento cerámico, negro, y la pared de ladrillo en blanco junto a la especial selección de mobiliario imprimen personalidad a todo el ambiente. Las mezclas bien escogidas son un valor en alza que enriquece la decoración con su marcado contraste. La pintura y los contrastes con el mobiliario fueron, además, un recurso decorativo muy acertado.

El dormitorio de las pequeñas es ideas, con los techos inclinados y el aire vintage de las camas de hierro pintado en blanco y los muebles abiertos para el almacenaje. En el caso del dormitorio principal, el ladrillo visto en blanco hace las veces de cabecero y le da amplitud visual y luminosidad al espacio, a la vez que se comunica con la terraza a través de un ventanal. Las dos lámparas colgantes de cristal me tienen enamorada. Las mesillas de troncos de madera natural reciclada son otro acierto low cost.

Fotografías [] MiCasa Revista