Ubicada en un precioso entorno rural a orilla del río Viskan, en Suecia, la diseñadora de interiores Johanna Flyck reforma una vivienda construída en los 40’s llena de encanto y muy funcional. La belleza de su interior reside en la reutilización de mobiliario vintage y el uso de piezas recuperadas de aspecto envejecido. Rincones llenos de espontaneidad y la naturalidad que dotan de personalidad a un interior que desvela a sus propietarios llenos de ideas, a unos propietarios amantes de lo nuevo pero sobre todo de lo antiguo, a unos propietarios amantes del blanco y de la luz, pero sobre todo a unos propietarios que viaja..En cada uno de sus viajes coleccionan y dejan «huella» en su casa.

Un cierto toque industrial que aporta el punto moderno al conjunto interior que da una sensación de ser un hogar lleno de vida y a la vez muy funcional y cálido. La vivienda de Johanna es un oasis de cosas bellas y con historia. Cada rincón es un cúmulo y mix de tendencias decorativas.

Una cabaña de estilo rústico en madera blanca con muchos toques cálidos en vintage retro, con objetos y piezas con estilo recuperadas. La cocina resulta una miscelánea de elementos y acabados que crean un estar de trabajo perfecto para toda la familia. La paleta de base es predominantemente blanca y los acentos de color los ponen las piezas singulares.

Un espacio lleno de naturalidad y personalidad que nos descubre el amor por las cosas bellas.